Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) Cada año mueren en el mundo unos 8 millones de niños menores de 5 años o lo que es lo mismo 21.917 al día.
Casi el 90% de esas defunciones se deben a sólo seis trastornos, a saber: problemas neonatales, neumonía, diarrea, paludismo, sarampión y VIH/SIDA. En el período 1960-1990 la mortalidad infantil en las regiones en desarrollo se redujo a la mitad, es decir, una defunción por cada 10 niños menores de cinco años.
El objetivo consiste en reducir la mortalidad infantil aún más, o sea en dos terceras partes, para 2015. La consecución del ODM de reducir la mortalidad infantil supondrá alcanzar la cobertura universal con intervenciones cruciales eficaces y asequibles en lo concerniente a: atención de la madre y el recién nacido; alimentación del lactante y del niño pequeño; vacunas; prevención y tratamiento de casos de diarrea, neumonía y septicemia; lucha contra el paludismo; y prevención y atención del VIH/SIDA. En países con tasas de mortalidad elevadas, estas intervenciones podrían reducir el número de defunciones a menos de la mitad.
Para realizar esas intervenciones la OMS promueve tres estrategias principales, a saber:
Fuente: who.int
Casi el 90% de esas defunciones se deben a sólo seis trastornos, a saber: problemas neonatales, neumonía, diarrea, paludismo, sarampión y VIH/SIDA. En el período 1960-1990 la mortalidad infantil en las regiones en desarrollo se redujo a la mitad, es decir, una defunción por cada 10 niños menores de cinco años.
El objetivo consiste en reducir la mortalidad infantil aún más, o sea en dos terceras partes, para 2015. La consecución del ODM de reducir la mortalidad infantil supondrá alcanzar la cobertura universal con intervenciones cruciales eficaces y asequibles en lo concerniente a: atención de la madre y el recién nacido; alimentación del lactante y del niño pequeño; vacunas; prevención y tratamiento de casos de diarrea, neumonía y septicemia; lucha contra el paludismo; y prevención y atención del VIH/SIDA. En países con tasas de mortalidad elevadas, estas intervenciones podrían reducir el número de defunciones a menos de la mitad.
Para realizar esas intervenciones la OMS promueve tres estrategias principales, a saber:
- atención integrada a las enfermedades prevalentes de la infancia
- programa ampliado de inmunización
- alimentación del lactante y del niño pequeño.
Fuente: who.int
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