Por todos estos motivos se podría decir que el salar de Uyuni es el mayor espejo del mundo. Se pueden encontrar en el salar hasta once capas de sal, cada una con un espesor que varía entre el metro y los diez metros. La más superficial tiene diez metros de grosor.
El área que hoy ocupa este desierto estaba cubierta hace 40 000 años por el Lago Minchinnota y posteriormente, hace 11 000 años, por el lago Tauca o El salar de Coipasa y los lagos Poopó y Uru Uru también son vestigios de estos grandes lagos prehistóricos. En total la profundidad del salar es de 120 metros, compuesto por capas de de salmuera y de barro lacustre.
Tiene una gran importancia económica al contener la mayor reserva de litio en el mundo, material indispensable para fabricar la mayoría de las baterías necesarias para los coches eléctricos. Según expertos, la zona del triángulo contiene recursos de litio equivalentes al petróleo existentes en Arabia Saudí. Sus cualidades de espejo, tiene otras muchas naturales y culturales.
El salar de Uyuni es también uno de los principales destinos turísticos de Bolivia ya que lo visitan aproximadamente 60 000 turistas cada año. A orillas del salar se encuentran varios hoteles construidos con bloques de sal, característica que los ubican entre los hoteles más extravagantes del mundo.
Foto: flickr.com
Fuente(s): medioambiente.org
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